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Voluntariado San Juan de Dios

Experiencias de Voluntariado

¡DEBUTÉ EN OCTUBRE!

(Por José Martínez)

Aprovecho la oportunidad que me brinda nuestra web para agradecer al Centro de San Juan de Dios, y a Gracia, como responsable de los Voluntarios de esta Casa, el recibimiento tan cariñoso que me han regalado.

El verano pasado, recién prejubilado, cerraba una etapa y abría otra. Otra más del “camino”. Conocía la Orden Hospitalaria y esta Casa de Ciempozuelos. Un día de Septiembre, llamé a esta puerta, me atraía el humanismo cristiano de su Fundador y el de sus “hijos”. Para mi suerte, me recibió Gracia. Hablamos. Me ofrecí a ayudar en alguna tarea del servicio de Voluntariado de la Casa y recuerdo que me escuchaba con mucha atención; sin tener una idea clara de lo que era el Voluntariado, mi sensación desde el primer momento era que me encontraba en el lugar adecuado, ya que compartíamos una misma visión y sensibilidad sobre el compromiso cristiano en la sociedad actual. Al terminar la entrevista salí con la impresión de que ya pertenecía a esta Casa.

De la mano de Gracia, empecé mi tarea en Octubre en los talleres ocupacionales, concretamente en el taller de alfabetización. No tenía un plan predeterminado, mi idea en principio era observar, adaptarme y sobre la marcha ir actuando.

Transcurrido mi primer trimestre, más las Fiestas de Navidad, Año Nuevo y Reyes, mi balance es el siguiente: continuo de asombro en asombro, al comprobar con agrado, en el día a día, la cantidad de acciones y tan variadas que se pueden hacer; de hecho, el propio programa del servicio de Voluntariado, ya me sorprendió cuando lo conocí.

Doy las gracias a todos los voluntarios que hasta la fecha he conocido, por vuestra acogida, por vuestra entrega y por vuestro ejemplo; y a los trabajadores del Centro, por su celo y buena disposición que me han demostrado siempre que los he necesitado

Finalmente destaco, el contacto con los enfermos. Menos mal que llegué a vosotros sin programa, porque de haberlo tenido estoy seguro que lo tendría que haber tirado a la papelera. Gracias porque me estáis transformando, junto a vosotros estoy desarrollando mi capacidad de escucha; teóricamente creía que era una cualidad mía, después de trataros ya no lo mantengo, os puedo asegurar que es ahora cuando estoy aprendiendo a escuchar. Gracias también por facilitarme con vuestra actitud el poder situarme en la piel del otro, colocarme en sus zapatos, la verdad es que muchas veces una misma situación, mirada desde otra perspectiva, te hace cambiar incluso de criterio. Gracias por vuestra capacidad y entereza frente a la enfermedad. Gracias por vuestra alegría contagiosa. Gracias por vuestro cariño y amistad al hacerme partícipe, incluso de algunas de vuestras vivencias personales. Gracias por vuestra dignidad.

Y a mis chicos del taller gracias. La verdad diablillos es que me habéis sorprendido y lo más importante, me habéis enganchado.

Gracias a todos, con el tiempo espero estar a vuestra altura.

José Martínez. VOLUNTARIO

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